lunes, 17 de junio de 2013

Poemas de verano II

También están los bares
y las muecas nocturnas de cerveza,
y un amor escondido
que no irá más allá
de la carrera de un taxi apestoso.
Y el escalón meado
donde se sientan tristes las borrachas
y en el que los mendigos
se atragantan de sorbos
robados a la noche entre delirios.
Y el muchacho del perro
que inventa historias nuevas cada día,
de liebres encamadas
y viajes imposibles
a las negras ciudades del insomnio.
Pero también nosotros,
de la misma madera que el rumano
y la vieja beoda
y la bípeda garza
de interminables piernas y nalgas breves.
Y tú también, a veces,
ajena a la bohemia trasnochada
y a los vapores acres
del licor de garrafa,
tú, diferente a todo entre la bruma.
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sábado, 15 de junio de 2013

Poemas de verano I

Para Andrés García Cerdán.


Hoy escribo del perro
del que me habló Andrés hace ya unos días,
ese perro palabra
que dicen que no muerde
y ese perro al que, como Nicasio, paseo
porque lo llevo dentro,
ladrando con Sabina a las puertas
del cielo, solitario
con su quinto de rubia
o acompañado a veces de poetas.
Y también de los coches
y de las somalíes tan esbeltas
que pasan por la escuela
mientras leemos poemas
a la piadosa sombra del Shangri-La.
Claro que hay que morder
el asfalto de vez en cuando. ¡Claro!
Y en su negruzca grasa
encontrar la poesía
de carne y hueso y sangre disfrazada.
Porque también en ella
se esconden mis fantasmas cotidianos
y también late en ella
la respuesta que busco
en cada verso extraño y visionario.



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miércoles, 12 de junio de 2013

Poemas de Primavera ...y XIII

Pides que no te escriba
y tan solo escribiendo se consigue
el umbral que la voz
no alcanza casí nunca,
cautiva de gramáticas y reglas.

Solo el verso rebelde,
convirtiendo en capricho las palabras,
puede abarcar tu vida
de verbo inabarcable
y explicar claramente tu existencia.

Déjame que te diga
en estas líneas cortas y sencillas
que no sé por qué te amo,
que no sé por qué muero
cada vez que tu nombre en mí resuena.

Déjame llenar folios
que, blancos, me resarzan de tu ausencia,
que, de alguna manera,
me expliquen tu verdad
y me digan que no eres solo sueño.

Y, después, si tú quieres,
porque siempre será lo que tú quieras,
pondré punto final
a este pobre remedo
de tu piel, de tus labios, de tu risa.



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miércoles, 5 de junio de 2013

Poemas de Primavera XII

Para María C. D.

Pero a veces el otro
muestra la plenitud de tu existencia,
refleja en su mirada
la posibilidad
de un mundo nuevo, lleno y con sentido.

Te olvidas de la nausea
y escuchas en sus risas el acorde
claro de lo sencillo,
y el pulso de la vida
en su voz y en su piel y en sus labios.

Dudas del pensamiento
y eliges el sentir sin presunciones,
el dejarte llevar
por lo que nuestra vida
tiene de luminoso y amable.

Tan solo el sentimiento,
verdadero ni falso porque es tuyo,
te trae la certeza
desnuda de palabras,
tantas veces refugio de mentira.

Y decides vivir,
no estudiar el porqué de lo que vives,
y decides amar,
y encuentras en el otro
el único sentido que buscabas.


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martes, 4 de junio de 2013

Poemas de Primavera XI

Mi vida. Es mi vida.
No es el paso del tiempo, ni la ausencia,
sino el fluir continuo
del propio pensamiento.
y la certeza extraña de la nausea.

El peso inexcusable
de la libertad que me compromete
y de la soledad
que nos vive en su esfera
y en su claridad triste nos envuelve.

Son mis pasos, derechos
o torcidos, aquellos que me hacen
ser quien soy y como soy
más allá de alegrías,
de penas, de amores y desamores.

Pero busco, buscamos
en el otro la luz que dé sentido
a nuestra propia vida,
a veces tan absurda
en su pasión inútil y apremiante.

Y en el otro morimos
y escondemos la angustia de estar vivos
y solos sin excusas
y sin excusas libres
e inevitablemente condenados.
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